
En los últimos años el feminismo se ha consolidado y ha logrado introducir cuestionamientos en nuevas áreas. Los reclamos por el respeto de los derechos de las mujeres y las diversidades se hacen sentir desde las bancas parlamentarias y desde las manifestaciones de los diferentes movimientos. Lejos de consolidarse una única corriente, se presentan nuevos y variados feminismos. La variabilidad se fue vislumbrando en las distintas “Olas del feminismo”.
La actual cuarta Ola, encuentra a las mujeres con mejor nivel de empoderamiento y con cada vez mayor grado de autonomía en los distintos ámbitos y espacios, ganando presencia en la arena política a nivel nacional e internacional. En América Latina, las reivindicaciones de las mujeres y de las diversidades genéricas han estado en tensión en relación a los vaivenes de los regímenes políticos que jaquearon a las democracias en los distintos países. Pero se puede afirmar que cada Ola del feminismo, ejerció tracción para el logro de reivindicaciones y discusiones por sobre las diferencias de los reclamos de cada corriente y los regímenes totalitarios y estados patriarcales.
Hacia fines del SXX, la complejidad de las cuestiones de la /las mujer/s y de identidades divergentes se pone es escena enfatizando los aspectos culturales, étnicos, raciales, y de clase. Gana terreno en la academia y en los movimientos, la idea de interseccionalidad. Esta permite comprender las múltiples vulnerabilidades asociadas en distintos planos y la urdimbre de consecuencias sobre las mujeres niñas, niños y otras identidades.
En el actual siglo, el año 2012, en Chapel Hill, en el Coloquio Tejiendo de otro modo: feminismo, epistemología y apuesta descolonial en Abya Yala, las voces allí reunidas consideran que para las ciencias sociales críticas, al igual que para los movimientos sociales y las luchas de los pueblos, “no hay descolonización sin despatriarcalización (…) fue en el cuerpo de la mujer donde la humanidad aprendió a oprimir; es por esto que el despojo causado por el hecho colonial no puede ser entendido cabalmente sin abordar la dimensión patriarcal” (Miñoso y otros, 2014:11)
Dentro de estas corrientes aparecen los movimientos indigenistas latinoamericanos. Emergen los feminismos no occidentales, se revelan las voces indígenas a la comprensión de las problemáticas de las mujeres del continente colonizado.
El título de este artículo se relaciona a estos encuentros, los de la matria, uno desarrollado en 2009 en Puno, Perú y el segundo, en el año 2013, en La María, Piendamó, Colombia. En estas Cumbres de Mujeres Indígenas (CCMI) se congregan voces de las américas. Los feminismos latinos decoloniales emergen con fuerza cuestionando, tanto al orden patriarcal, como los otros órdenes: el de las palabras, de los procesos políticos, de los procesos económicos (los extractivistas, los contaminantes, los endeudamientos para operaciones financieras internacionales, etc)
En Abya Yala, emergen las otras maneras de entender y realizar en la lucha por el reconocimiento de los derechos de las mujeres originarias. Así como el feminismo de “color” cuestiona la no representación de las reivindicaciones del Feminismo centro europeo y norteamericano academicista en pleno Siglo XX. El feminismo decolonial pone en acción reivindicaciones propias de las mujeres americanas colonizadas no solo por la llegada de los europeos a las tierras americanas desde 1492, sino la introducción del sistema de opresión económico social que esta ocupación produjo, diferenciándolas de las luchas y acciones productos de los otros feminismos (academia, liberal, negro)
Abya Yala evidencia las formas del sentir desde el otro lado del Atlántico y desde el propio sur, se ponen a la luz las múltiples formas de la opresión de la modernidad.
El feminismo de la interseccionalidad y el de la pluralidad de los colonialismos, alza su voz y se cuestiona/n las formas centrales del proceso de construcción de saberes y prácticas.
Abya Yala implica una reflexión sobre las mujeres de América Latina, desde sus propios reconocimientos.
Estos encuentros se han multiplicado en el continente, en cada región asumen distintas formas. En Argentina se congregan al unísono de los Encuentros Nacionales de Mujeres, desde el año 1986. Pero fue en la ciudad de Trelew, recién en el año 2017, donde se agregó la palabra “plurinacional”, enunciación que revaloriza el reconocimiento histórico de la preexistencia de los pueblos originarios.
Abya Yala, significa Tierra Madura, Tierra Viva o Tierra en Florecimiento, fue el término utilizado por los Kuna, pueblo originario que habita en Colombia y Panamá, para designar al territorio comprendido por el Continente Americano. Hoy es un territorio, un poema, un encuentro, una voz, un futuro, una promesa, un símbolo. Todo esto está inmerso en este nombre resignificado al interior de las luchas de los movimientos indigenistas como un símbolo de identidad y respeto hacia las raíces de los pueblos originarios de las Américas. Las mujeres, las feministas, las disidencias, las originarias, las inmigrantes, las migrantes se unen en la voz de Abya Yala.
El reto, forjar unidad a partir de la diversidad de identidades, no suprimir las diferencias. Este sentido sigue siendo uno de los grandes aportes del movimiento de mujeres a la política.
Los feminismos, desde Abya Yala, son la escucha de las ideas que se producen desde sistemas políticos y teorías del conocimiento no occidentales, engendrados por feministas que hablan cualquiera de las 607 lenguas no coloniales sobrevivientes, profundamente de coloniales.
El poema Abya Yala:
Awya Yala Wawgeykuna
Kay yuyayniyki llanthupi
Ancha sinch’i
Pirqapi juqarina Llakijmanta mujujjima
Tukuy kayta yuaytawan
Qhatisuchej chakisarukunanta
Ripusqankunawan.
“A la sombra de esta memoria
elevemos una firme voz
Como simiente de ansiedad
Recordando todo esto
Seguiremos las huellas”.
Notas:
Poema Abya Yala Wawgey
Poema ganador del Certamen Nacional de Cuento y Poesía “Grupo Icthios” Argentina, 1990. Poesía mítica del pueblo Quechua de Argentina, escrito por Tupturka y publicado en “Noticias de Abya Yala” Nº 4 de SAIIC, USA, 1992.* Extraído de: Mendoza Aubert, Javier. Blog: Versalia, Sección: Terrazas compartidas II “Poesía indígena”, https://www.upo.es/investiga/enredars/wp-content/uploads/2017/03/Poema.pdf [Consultado el 22 de Abril de 2021].
El poema Abya Yala Wawgey kuna (Hermanos Americanos), originario del pueblo Quechua de Argentina, hace un llamado a la unidad de los pueblos a mantener presente su origen y a continuar su camino siguiendo las huellas de sus ancestros”
Quechua
El quechua o quichua es una familia de idiomas originarios de los Andes peruanos que se extiende por la zona occidental de América del Sur.
Matria es un neologismo utilizado por escritoras como Virginia Woolf, Isabel Allende y Christa Wolf para representar la reconstrucción del término patria.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) señala en un documento, en su página Web: “Desde las comunidades afirman ser 38 pueblos distribuidos en todo el país. El Estado lleva el registro de 34 pueblos inscriptos en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Re.Na.C.I.). Ellos son: Atacama, Chané, Charrúa, Chorote, Chulupí, Comechingón, Diaguita, Guaraní, Guaycurú, Huarpe, Iogys, Kolla, Kolla Atacameño, Lule, Lule Vilela, Mapuche, Mapuche Tehuelche, Mocoví, Mbya Guaraní, Ocloya, Omaguaca, Pilagá, Quechua, Ranquel, Sanavirón, Selk’Nam (Ona), Tapiete, Tastil, Tehuelche, Tilián, Toba (Qom), Tonokoté, Vilela, Wichí”.
Pueblo originario: pueblos que existieron y poblaron diferentes lugares del mundo antes de la conquista. No se refiere solamente a los pueblos de América.
Indígenas: En 1492, Colón creyó llegar a las “Indias”, por lo que denominó indios a los/as habitantes del continente americano.
Aborigen: Tiene dos derivaciones. «Ab»= desde y «Origine»= origen: «desde el origen». «Aborigen» es un término que proviene del latín “ab origine”, que quiere decir «los que viven en un lugar desde el principio o el origen»
Rubén Herrera, director del Centro Cuyano de Investigación Histórico-Social-Mendoza (CCIHS Mendoza), considera que «hay fortalecer una nueva propuesta ontológica, gnoseológica y epistemológica que responda a las condiciones de vida actuales en complementación con la propuesta de la visión occidental”.
Magnífico artículo, Luciana, que señala la complejidad del mundo femenino. Es ya larga la lucha de mujeres de otros lugares para que se reconozcan que el feminismo no ha de ser homogéneamente incluyente sino que es necesario dar voz a las diferentes diversidades.
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Gracias Mercedes ! Es el potencial del movimiento de las mujeres. Será que podemos hacer un mundo mejor
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Será, siempre y cuando no nos dejemos cegar por el modelo patriarcal que tanto daño nos ha hecho y nos sigue haciendo.
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Sin dudas un desafío no reproducirlo !
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