
«LA TEORÍA SUECA DEL AMOR» O COMO MORIR DE DESAMOR por Ana de Lacalle
“La teoría sueca del amor” es un documental que, siendo sintéticos, podríamos afirmar que de hecho muestra cómo no amar, para conquistar la independencia individual; ese ideal neoliberal que se impone como el desiderátum: la libertad y la autonomía pasan a ser los pilares para cualquier vida que aspire a ser satisfactoria. Lo contradictorio es que, para lograr esa independencia individual, el Estado debe proveer de los servicios sociales que sustituyen cualquier red de apoyo entre los ciudadanos, situación que conduce a un Estado protector que simultáneamente, y por ello, posibilita la independencia de los individuos que se desvinculan para no estar condicionados, ni cargar con el peso ajeno.
Este desarrollo voraz del ideal liberal individualista genera una sociedad fría, sin relaciones sociales enraizadas, y por tanto de individuos que vive cada uno su vida en solitario. Parece que la mitad de la población sueca vive sola, y que muchas personas mueren en sus casas pasando meses o incluso años hasta que se descubre el cadáver, ya que, al prescindir de relaciones sociales sólidas, nadie echa de menos tu presencia. Ascendiendo la tasa de suicidios desde que se inició esta transformación en la sociedad sueca.
A estas alturas este modelo social se halla en crisis en la propia Suecia, por lo que surgen movimientos que buscan una vida alternativa en comunidad y en medio de la naturaleza.
La cuestión nuclear es cómo alguien pudo pensar que la independencia, entendida como ruptura de lazos emocionales intensos, podía constituir ningún tipo de paraíso de la felicidad. Quizás desconocía lo auténtico de la condición humana, o tal vez obtuvo u obtuvieron beneficios en la propagación e implantación de esa vida, que no lo es en absoluto.
En relación con lo expuesto, existe un artículo que junto a la visualización del documental nos pueden aproximar a esa realidad, creo que indeseable e impensable en los países mediterráneos, por ejemplo. Aunque también es cierto que a veces somos incapaces de imaginar las mutaciones que por razones económicas se imponen en las formas de vida social.
Ana de Lacalle
Existen paradojas socioculturales que tras la supuesto e idílico respeto a la individualidad, pasan por alto que un ser completamente solo aunque presuntamente «protegido» por los programas que el Estado ha organizado para que su «calidad de vida» se realice bajo la premisa de la individualidad; resulta que promueven el aislamiento y los seres humanos poseemos la particularidad de vivir en grupo, es que no somos osos ni leopardos; por lo tanto, el concepto de individualidad no puede ni debe encerrarse en la cárcel del olvido. Es un horror morir desahuciado de compañía.
Excelente reflexión.
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